El domingo pasado el texto del Evangelio nos mostraba a Jesús como el Buen Pastor y en el de hoy se nos muestra a Jesús como la vid. La figura de la vid o de la viña, tan presentes en nuestra geografía mediterránea, está también muy presente en el Antiguo Testamento y con ella se identifica Israel, como pueblo elegido y cuidado con la ternura de Dios.