viernes, 6 de diciembre de 2024

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA (8 de diciembre).


  

UNA MUJER CREYENTE


Evangelio de Lucas 1,26-38


El evangelista Lucas profundiza en los orígenes de la vida de Jesús y hace una composición comparativa con los del profeta Juan el Bautista, unidos ambos por el parentesco.

En ese paralelismo y contraposición, tenemos la antigua alianza en la figura de los ancianos Zacarías e Isabel, padres de Juan, y que representan a Israel y al antiguo pueblo de Dios. Zacarías, hombre y sacerdote del Templo de Jerusalén, recibe el anuncio del nacimiento de un hijo con su estéril y anciana esposa. María, mujer desconocida y sin privilegios, joven y virgen de una insignificante aldea, Nazaret, recibe el anuncio del nacimiento de un hijo por obra y gracia del Espíritu Santo.

Las diferencias entre ambas escenas destacan la novedad de la Buena Noticia de la llegada del Mesías y Salvador prometido por Dios y anunciado por lo profetas desde hacía siglos. Para Lucas, Dios se revela también a través de sus actos, y en Jesús nos muestra su amor por la humanidad, por los pequeños, los últimos y los marginados; su misericordia que perdona las ofensas pasadas; y su generosidad al darnos en el Mesías a su propio Hijo, lo más preciado.

María no solo aparece como la mujer necesaria para que el Hijo de Dios se encarne en sus entrañas maternales, sino que además es la creyente y obediente que confía plenamente en Dios desde el principio, y en ello consiste también su destacada grandeza.


Emilio J., sacerdote

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