viernes, 3 de octubre de 2025

VIGÉSIMO SEÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO / Evangelio Ciclo "C"



SIERVOS INÚTILES Y NECESITADOS DE FE


Evangelio de Lucas 17,5-10


Los objetivos del Reino de Dios que nos propone Jesús parecen utópicos e inalcanzables. El ser humano confía demasiado en sí mismo y todo lo quiere conseguir por sus méritos propios. Los apóstoles han fracasado en su actividad misionera y han vividos una crisis, mediante la cual han descubierto que sin Dios las personas nos sentimos impotentes para afrontar los retos de la vida y, los creyentes, para cumplir con las exigencias del Evangelio.

De ahí esa petición desesperada: “Señor, auméntanos la fe”. Es la oración de todo creyente humilde que nunca considera tener la fe suficiente, que sabe de sus debilidades, de sus carencias y de sus pecados.

Jesús responde con una parábola que viene a asegurarnos la fuerza y el poder de la fe. La fe es superior a nosotros y a nuestras posibilidades, hace posible lo imposible y es más grande de lo que aparenta ser, como el grano de mostaza.

Con otra parábola, la del señor y los criados, Jesús nos quiere hacer sentir que no somos criados, según la mentalidad de los fariseos, sino que somos hijos de un Dios que no nos premia y paga según conseguimos por nuestro esfuerzo. Por más que nos empeñemos, somos incapaces, en nuestra misión de ser testigos y constructores del Reino de Dios, de hacerlo todo ni conseguirlo nosotros mismos. No somos imprescindibles, cada uno de nosotros somos colaboradores de Dios y hacemos nuestra pequeña aportación, el resto depende de Dios y lo realiza él, de ahí que siempre debemos de reconocer sin soberbia: “Somos siervos inútiles, hemos hecho loque teníamos que hacer”.


Emilio J., sacerdote

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