sábado, 28 de septiembre de 2024

VIGÉSIMO SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO / Evangelio Ciclo "B"

 


HACER EL BIEN Y NO ESCANDALIZAR

Evangelio de Marcos 9,38-48


Nuevamente tenemos unas indicaciones de Jesús dirigidas a la comunidad de sus discípulos y a las comunidades eclesiales de todos los tiempos. Se parte de una realidad que está en el trasfondo de este relato: las tensiones comunitarias que hay por la variedad de sus miembros (ricos y pobres, fuertes y débiles, etc.).

En este caso nos encontramos con la pregunta sobre qué hacer con aquellos que no pertenecen a la comunidad, pero tienen actitudes cristianas y profesan a Jesús desde otras confesiones de fe. Jesús nos invita a no ser una Iglesia encerrada en sí misma, sino abierta a la fraternidad universal, desde el diálogo y el respeto, considerando que todo el que hace el bien, lo sepa o no, está vinculado de alguna manera al Reino de Dios. No podemos impedir que otros que no son bautizados hagan el bien, por el contrario, más bien nos debemos alegrar de que existan personas así y de las buenas obras que hacen.

Otra idea que nos transmite Jesús es que Dios es justo, y todo el bien que hagamos a los demás, por pequeño que sea, será valorado y recompensado por Dios; así como todo el mal (o escándalo) que hagamos será rechazado y no quedará impune. 

Jesús nos invita a sus discípulos a la coherencia de vida que nos propone el Evangelio, porque cuando hacemos lo contrario, los cristianos escandalizamos, incluso podemos crear dudas de fe en otros. Por eso el Maestro nos pide radicalidad y no ambigüedad en nuestros sentimientos y actos, eliminando y evitando aquellos (ojos, pies y manos -en sentido alegórico-) que no nos permiten trabajar por el reino de Dios desde el principio de hacer el bien.  

Emilio J. Fernández, sacerdote




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