sábado, 20 de julio de 2024

DÉCIMO SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO / Evangelio Ciclo "B"

 


ENCUENTRO Y DESCANSO

Evangelio de Marcos 6,30-34


Los doce apóstoles han regresado de su primera experiencia misionera sin el Maestro y acuden al reencuentro con él y entre ellos, en una escena muy familiar. La misión no es de manera autónoma y al margen del Señor. Somos enviados por él y a él tenemos que darle cuentas de los resultados.

Compartir con Jesús lo vivido, los éxitos como los fracasos, es fundamental también para el discípulo. Por eso, a pesar de las tareas y trabajos que todos los cristianos realizamos, necesitamos también tiempo para el descanso, algo muy humano. Pero no el descanso entendido como unas vacaciones o un tiempo dedicado a los placeres, sino como ocasión para estar juntos en la intimidad y en el compartir desde el corazón. Necesitamos de esos tiempos con Dios.

Jesús nos invita al encuentro con él, de manera comunitaria y personal, para descansar con él al exponerle nuestras fatigas, preocupaciones, sufrimientos, temores… y retomar fuerzas.

El pueblo interrumpe este descanso entre Jesús y sus discípulos, porque el pueblo está lleno de necesidades: de ser escuchado, atendido y guiado. Tiene necesidad de un pastor que lo cuide y se dedique a él. El pueblo de Dios se ha sentido desatendido por sus líderes y abandonado en sus problemas, injusticias y carencias.

Y Jesús se compadece de ese pueblo, su pueblo, con el que se vuelca y al que da preferencia antes que a sus propias necesidades y a las de sus discípulos. Esta es la gran enseñanza del Maestro: su interés y entrega amorosa por el pueblo de Dios hasta desgastarse por él.


Emilio J. Fernández, sacerdote

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